La lluvia obligó a suspender las dos novilladas sin picadores previstas para los días 25 y 26. Afortunadamente la Comisión Taurina de Algemesí pudo confeccionar dos carteles similares combinando a los actuantes anunciados y ofrecer los dos festejos en sesión matinal. El primero de ellos anunciaba una becerrada de Nazario Ibáñez que dio un juego excelente. Salvo el complicado tercero, que sacó genio, resultó manejable el cuarto, fueron buenos el último y el primero, aunque éste calamocheó un tanto, y de extraordinario comportamiento el segundo. Cinco ejemplares parejos y hechurados que, en general, derrocharon nobleza y recorrido y que propiciaron un gran espectáculo.
La disposición y buena voluntad fue el común denominador de la terna, de la que salió triunfante Isaac Fonseca, tan variado como seguro con capote y muleta. Tiene raza y amor propio el chaval, que quitó y replicó con vistosidad y gallardía. Inició su faena toreando en redondo de rodillas, y llevó a cabo una labor de gran ligazón presidida por el buen gusto. El de Colmenar Viejo lució siempre una colocación muy ortodoxa y demostró andar sobrado de oficio y recursos.
Cortó una oreja Jorge Martínez, otro alumno de sobrada torería que protagonizó un quehacer muy ligado y de gran pulcritud. Llevó a su antagonista largo y por abajo, sobre todo por el pitón derecho, pisando los terrenos con gran autoridad. Su faena decayó un tanto en sus postrimerías, lo que, unido a que su estocada quedó desprendida, dejó el premio en un solo apéndice, pero el de Almería dejó muy buena imagen.
También pudo tocar pelo Jordi Pérez, que recibió al primero de la mañana a portagayola para luego continuar con varias largas cambiadas en el tercio. Lució vistosidad y variedad manejando el percal, y con la franela echó el freno de la aceleración para torear con parsimonia y verdad al de Nazario, que se venía pronto y largo pero con un calamocheo incómodo. Lo templó el valenciano, que protagonizó varios pasajes de gran calidad por ambos pitones, siempre citando muy por abajo. Acabó como empezó, de rodillas, sufriendo una voltereta que no menguó su disposición para volver a ponerse de hinojos y terminar lo que había iniciado. Y con el público en el bolsillo metió el estoque hasta la bola, pero tardó mucho en caer el novillo y la petición se enfrió.
Fran de Vane sorteó el ejemplar más complicado de la matinal, un eral que sacó genio y que desparramó la vista. El de Albacete no se arredró y le plantó cara con determinación. A pesar de que sufrió varias cogidas, afortunadamente sin consecuencias, su entrega fue total y dio la cara con incuestionable decisión y valor hasta el final.
El más bisoño de la terna fue sin duda Jorge Rivera, que derrochó voluntad y disposición, pero su falta de oficio le impidió sacar mayor partido de su antagonista, un ejemplar un tanto tardo que embestía con transmisión cuando se le provocaba con autoridad. Lo consiguió por momentos el de Castellón, que llegó a rubricar varios naturales de bella factura y una tanda en redondo muy ligada. Pero luego pasó un quinario con el estoque.
Ficha del festejo:
28 de septiembre, matinal. Plaza de toros de Algemesí, 4ª de feria aplazada por lluvia. Un tercio de plaza. Cinco erales de Nazario Ibáñez bien presentados y de excelente juego en general, sobresaliendo el 1º, 2º y 6º. El 3º resultó más complicado.
Jordi Pérez, de Valencia: saludos tras aviso.
Jorge Martínez, de Almería: oreja.
Fran de Vane, de Albacete: vuelta al ruedo
Jorge Rivera, de Castellón: saludos tras dos avisos.
Isaac Fonseca, de Colmenar Viejo: dos orejas.
Cuadrillas: Se desmonteró José Arévalo tras banderillear al quinto.
Crónica: PRENSA2
Fotos: PRENSA2 – Moisés Castell