Con motivo de la cercanía de la Feria de Fallas, el Aula LAS PROVINCIAS volvió a congregar ayer al mundo taurino en una mesa redonda muy especial. La cita, que se celebró en el Ateneo Mercantil y contó con la colaboración de la Diputación de Valencia y de la Plaza de Toros de la ciudad, sirvió para homenajear a un mito valenciano de la Tauromaquia, el banderillero Manuel Montoliú en el 25 aniversario de su fallecimiento.
El cartel estuvo formado por unas figuras de lujo como los maestros José Ortega Cano, Vicente Ruiz ‘El Soro’ y Juan Martín Recio. También, el crítico taurino de LAS PROVINCIAS, José Luis Benlloch, el columnista de este diario Pedro Toledano; y el gerente de la Plaza de Toros de Valencia, Nacho Lloret.
El primero en abrir la terna fue Toledano. «Montoliu fue un fiel heredero de la estirpe torera valenciana. Murió en la Maestranza, un coso que se enamoró de su figura y nobleza. Se fue aquella tarde, la de un primero de mayo de 1992. Por ello, Aula LAS PROVINCIAS hoy se viste de gala para honrarlo», manifestó. Después, Benlloch destacó tanto el hecho de que este periódico recuerde y apoye la Tauromaquia como la sensibilidad de la empresa Simón Casas por dedicar la Feria de Fallas al 25 aniversario de la muerte de Montoliu. Lo hizo delante de la mujer del maestro, María José; sus hijos José Manuel y Antonio; la actual cabeza de los Montoliu, Merche; y Celia, su nieta. «La gallardía del banderillero, su última mirada, el luto de la feria, la entereza de su padre Manuel, como se volcó Valencia y el mundo entero tras su muerte, el festival homenaje que vino después, sus hijos que, pese a la tragedia, decidieron que serían toreros como su padre… Todo ello demuestra que Manuel nunca acabó de irse, sigue con todos nosotros», aseveró Benlloch.
El maestro Ortega Cano fue amigo personal de Montoliú y estuvo presente en la arena el fatídico día que fue corneado por el toro. El diestro destacó que «Montoliú era un ‘torerazo’ de los pies a la cabeza». «La pérdida de un compañero es muy dura, pero nos quedamos con su grandeza para la Fiesta», aseveró. «Él estaría muy contento porque ha vuelto a llenar su plaza, que es esta tierra, su Valencia», afirmó. «Toreó conmigo de banderillero, nos gustaba lo mismo, una fiesta y una copilla que otra», bromeó Ortega Cano para continuar que «él era un artista y los artistas tenemos esas cosas. Lo tengo en mi mente en muchas ocasiones. Lo recuerdo con Antoñete, con José Mari, con Vicente… él era muy bohemio», dijo.
‘El Soro’, por su parte, también amigo personal y el que invitó a Montoliú a hacerse banderillero, confesó ante los asistentes su historia con el maestro. «Yo sentía admiración hacia él. Para mí era un espejo en el que mirarme. Reunía todas la condiciones para ser lo que fue. Siempre se hablaba de las banderillas, pero tenía algo que poca gente puede alcanzar cuando se es torero: su saber estar. Su capotazo era justo y en su medida», contó. «Lo que es verdad es que lo que aportó al toreo fue esa compostura, que mantuvo dentro y fuera de la plaza. Yo le dije: ¿por qué no te haces banderillero conmigo? Él ha dejado gran estela de toreros en sus hijos porque una de las cornadas más graves que se han dado a un torero fue a Montoliu en mi finca», desveló ‘El Soro’. «Con la clase se nace», añadió Ortega Cano, para afirmar que el valenciano estaría orgulloso del legado que dejó a sus descendientes.
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«Recio y Montoliu son palabras mayores. Juntos vivieron su plenitud artística. Ambos se admiraron mutuamente con respeto. Una lealtad que permaneció a lo largo de los años», dijo Benlloch de la relación entre ambos matadores. «Para mí era como de la familia. Fue una gran alegría que se viniera conmigo en 1984. Empezamos a convivir. Fue una satisfacción. Era un artista, no le veías con ninguna pena. Cuando tomó la alternativa, la primera vez que mató un novillo fue en un festival mío, contó Juan Martín Recio. «Cuando fuimos con Antoñete y Ojeda, nos integramos. Hicimos una gran cuadrilla. Lo bonito del toreo no es torear, es convivir fuera de la plaza», dijo antes de confesar que una de las cosas más malas que me le ha pasado fue la muerte de Montoliú. «Había estado unos días antes con él en Sevilla. Fue la última vez que lo vi», narró ante los aficionados.
Durante el Aula, se leyeron tres cartas de tres toreros como El Niño de la Capea, Miguel Báez ‘El Litri’ y Víctor Mendes que destacaron todas las cualidades del que, coincidieron, «era un pedazo de torero».
Por su parte, Nacho Lloret aseguró que el hecho de que la Feria de este año esté dedicada a Montoliu «forma parte de La filosofía de la empresa Simón Casas y hace justicia a los toreros de plata».
Aula LAS PROVINCIAS volvió a reunir a varios centenares de personas para honrar la memoria de Montoliu. El Salón de Actos del Ateneo se llenó para homenajear a una leyenda del toreo valenciano. Uno de sus hijos, Antonio, muy emocionado, agradeció el cariño procesado hacia su padre y hacia la familia Montoliu. «Era generosidad», aseguró.
«El maestro seguirá vivo en el recuerdo», concluyó Ortega Cano. Y como siempre, todos ellos salieron por la puerta grande. Eso sí, dejando constancia de que Manuel Montoliu fue uno de los mejores banderilleros del siglo XX.
Noticia: Noelia Camacho- Las Provincias
Foto: Jesús Signes